La hipertensión arterial es la elevación de la presión arterial puede ser continua o fluctuante. Se por la cantidad de sangre que bombea el corazón y la fuerza que esta genera en las paredes de las arterias. Mientras más sangre bombea y mientras más estrechas sean las arterias, mayor será la presión arterial por la resistencia al flujo.
– Presión sistólica (valor superior): mide la presión en las arterias en cada contracción (cuando se da cada latido del corazón)
– Presión diastólica (valor inferior): mide la presión en las arterias entre los latidos (en cada relajación de los músculos del corazón)
La hipertensión arterial es la enfermedad crónica no transmisible más común, causando alrededor de 9.4 millones de muertes al año a nivel mundial.
Es común que la hipertensión sea hereditaria.
Si el índice de masa corporal está sobre 30 el riesgo de ser hipertenso aumenta. Esto sucede porque a medida que el peso aumenta, se necesita más sangre para oxigenar los tejidos y por ende, más presión en las paredes arteriales.
La falta de ejercicio es un factor de riesgo ya que alguien que no está físicamente activo, suele tener una mayor frecuencia cardíaca, lo cual hace que el corazón deba ejercer más fuerza sobre las arterias en cada contracción. La inactividad también puede aumentar el riesgo de sobrepeso.
El riesgo de tener presión arterial alta aumenta con la edad.
El tabaco aumenta inmediatamente la presión arterial de forma temporal. Las sustancias químicas que contiene el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes en las arterias.
Niveles excesivamente elevados de colesterol o grasas en la sangre. La dislipidemia aumenta la probabilidad de arterias obstruidas, infartos y otras complicaciones del sistema circulatorio.
Padecer de diabetes aumenta el riesgo de también padecer de la presión arterial alta. Entre el 45% y 60% de pacientes diabéticos pueden ser hipertensos.
Los pacientes con enfermedades renales crónicas tienen un mayor riesgo de ser hipertensos.
Si la presión arterial elevada no se trata, puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos, causando complicaciones como:
Los órganos más comprometidos en esta enfermedad son:
1. Utilizar un aparato automático de brazo y no de muñeca (estos suelen descalibrarse fácilmente y dar valores alterados)
2. Asegurarse que media hora antes de tomarse la presión no se haya hecho ejercicio, tomado café o té y que no se haya tenido ningún enojo o alteración.
3. Sentarse enfrente de la mesa con la espalda recta y los dos pies colocados en una superficie plana. Colocar el brazo sobre la mesa, relajado.
4. Esperar de 5 a 10 minutos sin hablar y sin distracciones, luego de ese tiempo presionar el botón del aparato para iniciar la toma.
5. Tomar siempre 3 medidas seguidas, con un minuto de diferencia entre ellas.
6. Idealmente hacer la toma cada día que se va a monitorear en los mismos horarios para descartar variaciones muy marcadas
